Gracias a ti descubrí lo que es sentir el corazón lleno de un infinito amor, desde que naciste todos mis besos y mis abrazos son para ti.
Doy gracias a Dios por regalarme la bendición y el regalo de ser tu madre, mi niña, nunca pensé que la vida podía traerme tanta felicidad.
Hija querida, te protegí desde antes que nacieras, lo hice mientras crecías y ahora que eres toda una mujer, continuaré haciéndolo, eres el mayor tesoro de mi vida.
Dicen que no existe amor más poderoso que el de una madre y es verdad, porque no creo que pueda sentir un amor más fuerte que el que siento por ti, hija adorada.
Eres un ser maravilloso hija mía, ten por seguro que Dios tendrá las mejores bendiciones reservadas para ti, y aunque el camino parezca difícil y arduo, siempre podrás contar con mi amor.
Gracias hija mía por ser mi confidente y mi mejor amiga, por demostrarme que el corazón es capaz de amar incluso antes de conocer a alguien, este vínculo que compartimos nos unirá por toda la eternidad.
Hoy doy infinitas gracias a Dios por haberme regalado la mayor bendición de todo el universo, tú, por haberme otorgado el gran placer de ser tu madre.
Aunque haya pasado el tiempo y seas toda una mujer, siempre te veré como mi pequeña bebé, mi princesa querida, eres lo más valioso que tengo en la vida.
Eres mi mayor tesoro y la más grande creación de mi vida, mi hija querida, espero siempre ser tu guía y la fuerza que necesitas en esta vida.
Querida hija, sé que has llorado, vivido, caído y ganado, así es la vida y solo puedo decirte que no te quedes en el suelo, levántate, toma todas las fuerzas que necesites y lánzate de nuevo a la aventura.
Hoy quiero decirte, hija mía, que no hay nada que desee más en el mundo que saber que eres feliz.
Hoy quiero que sepas que este amor de madre no conoce fronteras ni distancias y que incluso cuando ya no esté, te seguirá acompañando donde quiera que vayas, mi niña.
Cariño, quiero que sepas que siempre podrás contar conmigo, cuando estés feliz o triste, hayas ganado o perdido, siempre te acompañaré mi hijita.
Que rápido pasa el tiempo, pareciera que fue ayer cuando dejaste de pedir mis brazos, cuando empezaste a correr y a leer por tu cuenta, ahora eres toda una jovencita que avanza sin descanso persiguiendo todos sus sueños, te amo mucho, hija mía.
En la mayoría de mis recuerdos felices estás tu mi querida hija, te amo y te adoro con locura.
Tu felicidad es mi felicidad y tus victorias, son mis victorias, hoy más que nunca quiero decirte que Dios me regaló a la mejor hija de todo el mundo.