Hermano, recuerdo cuando peleábamos todos los días y sonrío solo al pensar cómo podía disgustarme con quien hoy se ha vuelto tan importante para mí. Te quiero querido hermano.
Sé que me paso el día enojado contigo, pero en el fondo me caes bien.
Tan solo ayer éramos unos niños que correteaban por la casa y reían sin parar. Hoy, somos dos adultos con vidas separadas, pero seguimos unidos por el corazón. Te extraño hermano.
Tantos momentos hemos construido juntos y solo puedo decir: ¡Gracias hermano! Gracias por cuidarme, por amarme y por apoyarme en cada paso que he dado.
Cuando dos hermanos están de acuerdo, no hay fuerza más poderosa.
¡Hermano querido! Quiero que sepas que eres una gran inspiración para mí, y que me has ayudado a convertirme en la persona que soy ahora.
Mi hermano es mi cómplice… a no ser que nos pillen, entonces él es el único culpable.
Una hermana es más que una amiga… es la mitad de nuestro corazón.