Tengo ganas de tres cosas: verte, abrazarte y besarte.
Mi corazón te necesita. Mi alma te reclama. Porque eres tú lo que más amo.
Ni mil poetas en mil años podrían describir un tercio de tu belleza.
Quiero pensarte suavemente, latido tras latido. Quiero imaginarte y ver tu mirada para saber que la ternura existe.
Mis ojos brillan mucho más cuando te miran a ti, porque tú eres mi luna y mis pensamientos, y cada vez que flaqueo, pienso en ti y todo mi mundo cobra sentido.
Tu piel tiene tanta fuerza, que aún en la distancia, toca mi memoria.
Si la vida es un juego, el amor es la prueba final y tú eres la copa.
Tener sexo es vaciar el cuerpo. Hacer el amor es llenar el alma.
Alguien te quiere, alguien te espera, alguien te sueña y tú sabes que soy yo.
A veces en mis sueños más profundos adopto forma de velero solo para surcar los tormentosos océanos de tu amor.
Una vez me dijeron que los ángeles sí que existían, nunca me lo quise creer, hasta que te conocí.
Tú me cuidas tan bien que me siento como una princesa cuando estoy contigo.
Acaríciame una vez más, como si fuera la última, bésame una vez más.
Si me ves por alguno de tus pensamientos, abrázame que te extraño.
No te prometo ser el mejor, pero si esforzarme por serlo. Tu amor lo merece.
Te pienso en cada momento. Te quiero en cada día. Te sueño en cada minuto. Te necesito en cada lugar.
Eres mis ganas de no estar con nadie más.
Cuando me hablas, me pierdo en la melodía de tu voz. Y por más que busque no encuentro como dejar de encontrar tus ojos. Ciertamente no hay salida cuando me hablas.
No hay día que no te piense ni noche que no te extrañe.